Complex Problem Solving

El complex problem solving (CPS) es la habilidad de resolver problemas complejos que involucran múltiples factores, variables y sistemas interconectados. 

Estos problemas son típicamente ambiguos, dinámicos y requieren soluciones innovadoras y adaptativas.

El CPS es una habilidad crucial en muchos campos, incluyendo negocios, ciencia, tecnología, ingeniería, gobierno y salud.

Este proceso implica la aplicación de habilidades cognitivas avanzadas, como el razonamiento lógico, la creatividad, la flexibilidad cognitiva y la toma de decisiones informada para resolver problemas que no tienen una solución clara o evidente y que involucran múltiples factores y sistemas interconectados.

Para desarrollar habilidades en CPS, es importante adoptar un enfoque sistemático para resolver problemas. Esto puede incluir la identificación y definición clara del problema, la recopilación y análisis de datos relevantes, la generación de soluciones alternativas y la evaluación y selección de la mejor solución.

La capacidad de resolver problemas complejos es esencial para el éxito en cualquier campo, ya que los problemas a menudo son interdisciplinarios y no tienen soluciones simples o directas.

El CPS implica varios componentes:

  1. Capacidad de analizar información
  2. Identificar patrones y tendencias
  3. Evaluar y seleccionar soluciones alternativas
  4. Pensamiento crítico
  5. Creatividad para desarrollar soluciones innovadoras
  6. Comunicación efectiva
  7. Colaboración y capacidad de trabajar en equipo.

Los 4 atractores del CPS. Diseño de María García Ruiz.

El CPS no es una habilidad estática. Debe ser desarrollada y refinada continuamente.
La práctica y la experiencia son fundamentales para el desarrollo de habilidades en CPS, y es importante tener disposición a experimentar y tomar riesgos en la búsqueda de soluciones innovadoras y efectivas.

¿Qué nos aporta la metodología CPS?

Visión estratégica: Tener una comprensión clara de los objetivos a largo plazo de la organización.
Pensamiento crítico: Analizar y evaluar información de manera objetiva y racional.
Pensamiento sistémico: Comprender cómo las partes de un sistema interactúan entre sí.
Tolerancia a la ambigüedad: Ser capaz de manejar situaciones inciertas o ambiguas.

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